NO ES PERSONAL, SOLO COMUNISMO: GENOCIDAS
Ucrania, país granjero, un lugar
donde la agricultura era el medio de vida más rentable a largo plazo. Los
campesinos trabajaban sus tierras con esfuerzo y sacrificio, hasta que los
frutos surgidos de ese empeño llamaron la atención de los altos dirigentes de
la URSS. Estamos en el año 1929, Iósif Stalin gobierna el pueblo soviético y
decreta que los campesinos que ostenten propiedades sean ejecutados. Serán
reconocidos como los “enemigos del pueblo”. Enemigos de las clases, no se podía
permitir que nadie estuviera por encima de nadie en el bloque comunista.
¿Cuál fue la consecuencia de esta
acción inhumana? Pues ya se puede imaginar, como se dijo antes, Ucrania era
para la URSS como Hispania para Roma, un granero. Se colectivizó todo con la
presencia de armas, a punta de pistola. A medida que iban desapareciendo los
alimentos, la población ucraniana iba entrando en una fuerte hambruna. Este es
el poder del Comunismo: provocar una mortandad de más de 8 millones de
personas. La hambruna de Ucrania duró desde el 1932 al 1933.
Uno de los datos curiosos de este
periodo de carestía fue la rotunda negativa de las autoridades comunistas a la
hambruna. La acción acometida por Stalin fue muy comentada y criticada por toda
la Europa occidental, sobre todo por los intelectuales ligados a la doctrina
comunista y sus ideales. Para paliar los fuertes murmullos y comentarios sobre
tal situación, las autoridades soviéticas invitaron a esos intelectuales a
visitas guiadas por el país, todo para que vieran por ellos mismos que todo era
una confabulación de mala fe. ¿Qué hicieron para que no vieran la miseria que
abundaba en Ucrania? Pues se construyeron nuevas aldeas, pero eso sí, eran
pueblos y aldeas de cartón-piedra, pueblos de utilería. Eran fachadas bien
construidas, apacibles, eran pueblos de aspecto próspero. Estos falsos pueblos
contenían hasta figurantes, personas que actuaban por el bien del gobierno. Aldeas
“Potemkin”, así se llamaban. Todo era poco para ocultar la miseria imperante.
Iban pasando los meses, el gobierno
seguía en su empeño de no hacer nada, y por ellos los cadáveres de los pobres
hambrientos se iban acumulando en las calles, tirados en las calzadas,
pudriéndose o sirviendo de comensales para los demás habitantes, pues sí, el
canibalismo había llegado. El gobierno no hacía nada, bueno eso no es del todo
cierto, si hacían algo, seguían con el saqueo, dejando morir a los “enemigos
del pueblo”. Se prohibió hablar o escribir sobre el tema, bajo penas muy duras,
incluida la muerte.
Con la llegada de la Perestroika
todo cambió, el desarrollo económico ayudó a salir de tal crisis de
subsistencia.
“Holodomor”, así se conoce a esta
hambruna en Ucrania. Se podría decir que si el Comunismo fuera un personaje
ficticio con superpoderes, su principal poder seria el genocidio. Súper
Genocida seria su nombre. No sé si ese personaje llevaría antifaz o no, pero lo
más probable es que no porque por lo visto en la Historia, siempre va con el
rostro descubierto, eso sí, seguro que llevaría una coleta y perilla.
Por JESÚS CAMPOS MÁRQUEZ
Estudiante de Historia en la Universidad de Sevilla
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