TABLAS SUMERIAS: LA GUARIDA DE LA MITOLOGÍA

Comenzar hablando de la importancia de los sumerios en la Historia general de la civilización, tanto en ámbitos sociales, políticos o religiosos. Este artículo expondrá aspectos relacionados con el último factor nombrado: la religión sumeria. Casi toda la información relacionada con esta civilización se nos ha conservado en tablillas de arcilla extraídas de las arenas mesopotámicas. 
La religión juega un papel primordial en estos textos de arcillas, ya que básicamente, todas las actividades cotidianas o hechos aislados son explicados mediante dioses, héroes o hechos sobrenaturales. Este artículo tratará el tema de las analogías correspondientes entre los textos sumerios y algunos libros de la Biblia, examinar las resonancias bíblicas expuestas en esas tablillas.
                                               
Podríamos estar hablando del tema hasta la saciedad, debido a los innumerables ejemplos que persisten analógicamente, como por ejemplo; la separación del cielo y la Tierra, la resignación del hombre, la creación del ser humano mediante arcilla, etc. Pero en este caso, para no resultar reiterativo, sólo me centraré en algunos ejemplos.

Un tema con bastantes paralelismos es el relacionado con el “paraíso”, tomando como base el poema mítico sumerio titulado: Enki y Ninhursag. Su tema es del paraíso, pero en este caso es relacionado con un edén hecho por y para los dioses sumerios, situado en la tierra de Dilmun. Los dioses sumerios, no todos, aparecen desarrollando algún tipo de trabajo con el fin de proporcionar elementos indispensables para el desarrollo de la vida en ese paraíso. Entre ello se nombran al dios del agua, Enki, al dios del Sol, Utu, a quien se le encomienda la tarea de hacer surgir agua para regar el suelo, o a la propia diosa madre, Ninhursag. Esta ultima, crea ocho plantas para este ubérrimo jardín, y todo después de haber dado a luz a tres generaciones de diosas, increíblemente sin dolor alguno, todas engendradas por el dios del agua. 
Pero el dios Enki, las manda recoger para finalmente acabar comiéndoselas, así es como esta situación es expuesta en el poema: 

“Quiero decretar la suerte de estas plantas. Quiero conocer su “corazón”. Rey mío, esta es la planta-árbol, le dice su mensajero. Y la corta para Enki, quien se la come. Rey mío esta es la planta-malahierba del camino, le dice. Y la coge para él y él se la come.” 

Así hasta acabar con las ocho plantas. Este acto enfureció bastante a Ninhursag, la cual le condena a muerte. En consecuencia, Enki comienza a experimentar ciertos dolores corporales, ocho partes de su cuerpo son afectadas por enfermedades. Finalmente Ninhursag, crea ocho divinidades para curar las enfermedades de Enki.

Este poema sobre el paraíso guarda cierta similitud con el texto bíblico. A continuación enumero algunas analogías; el pasaje del poema donde el dios del Sol riega Dilmun con el agua fresca se corresponde con el siguiente de la Biblia (Génesis, II, 6); “salía empero de la tierra una fuente, que iba regando toda la superficie de la tierra.”. La maldición pronunciada contra Eva: “multiplicare tus trabajos en tus preñeces, con dolor parirás los hijos…”, esto implica un acercamiento a un nivel superior, el que describe el poema sumerio donde la mujer paria sin dolor. Otra semejanza; la falta cometida por Enki al comerse las plantas, esto hace pensar en el pecado de que se hicieron culpables Adán y Eva al comerse el fruto del árbol de la sabiduría. Y por último, mencionar la creación de Eva mediante una costilla de Adán, en el poema sumerio, una de las partes enfermas de Enki es precisamente una costilla, el nombre sumerio para la costilla es –ti, la diosa creada para curar la costilla de Enki se llama Ninti, la “dama de la costilla”, pero también significa “hacer vivir”.

Otro caso es el relacionado con la narración bíblica del Diluvio Universal. Este mito es de origen sumerio, ello queda demostrado en una tablilla donde se encuentra la primera narración de este hecho. Al comienzo del texto aparece un dios, el cual se encuentra explicando a otros dioses que él salvara a la humanidad de la destrucción. Tras esto se hacen alusiones a la creación del hombre, de la fundación de cinco ciudades, y de cómo tras la destrucción se edificarán nuevos templos. La idea de la destrucción va asociada al diluvio, idea que no gusta en demasía a los demás dioses, y es entonces cuando aparece el primer” Noé; Ziusudra, rey que seguía atento a las revelaciones transmitidas a través de los sueños, y en uno de esos sueños una voz divina le explica lo que tiene que hacer para cuando llegue el diluvio. Le encomienda la tarea de construir una nave gigantesca. Cuando llego el diluvio, las aguas sumergieron a la Tierra durante siete días y siete noches. Tras sobrevivir, Ziusudra recibe “la vida como Dios” y es llevado a Dilmun, el lugar donde vivirá eternamente.

El último ejemplo del que haré mención es el relacionado con el primer Job. Los sabios sumerios hablaban de que las desdichas del hombre eran el resultado de sus pecados, no hay ningún hombre exento de culpa. Es siempre al hombre al que hay que castigar y nunca al dios, así el único recurso eficaz es, glorificar a los dioses, por muy injustificados que sean sus actos y sufrimientos, había que gemir y lamentarse ante el dios correspondiente, hasta que este acogiera las plegarias. Un ejemplo de ello es el del primer Job, un hombre rico y justo, siempre rodeado de amigos y familiares. Pero la enfermedad y el sufrimiento llegaron a él, y tuvo que presentarse ante su dios adoptando una postura de suplica. Finalmente el dios el liberó de sus calamidades.
Este último tipo de poema se suele dividir en cuatro partes: una introducción donde se exhorta al hombre a alabar al dios, se expone la situación del infeliz, las suplicas al dios y para acabar el feliz desenlace, donde la divinidad exculpa al sufridor.

Finalmente, acabar diciendo que estos relatos se han expandido por todas las culturas colindantes a los sumerios, pero esto no disminuye para nada el valor que posee para esas culturas lejanas a la sumeria, ya que al ser relatos con un mismo origen, se los puede vincular a las diversas religiones existentes, sin importar sus diferencias en relación a la creación de estas.


Por JESÚS CAMPOS MÁRQUEZ
Estudiante de Historia en la Universidad de Sevilla

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