TARTESSOS: MITO, SÓLO UN MITO
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diciendo que casi todo lo escrito y publicado sobre Tartessos hoy en día es
“ciencia ficción”. En realidad, este mito puede catalogarse como la “la ciudad
sin historia”, ya que se tiende a pensar en una ciudad perfectamente organizada y
urbanizada, donde la riqueza es abundante y la población vive en total
prosperidad, esta es la idea que surge automáticamente en la mente de la
mayoría de los individuos que piensan en Tartessos. Por tanto, debemos tratar a
Tartessos en sus límites históricos, es decir aprovechando las fuentes
arqueológicas y escritas.
En el siglo
VII a. C los griegos visitan la península Ibérica, y cuando estos regresan,
lo hacen acompañados de un cargamento valioso en metales y manufacturas. De esta forma, ellos convertían
el mito en realidad. Tras la amenaza persa, los griegos dejan de lado el
tema y ya no vuelven a escribir sobre Tartessos, queda como un lugar
legendario, lejano e inaccesible en occidente. Como consecuencia de esto, la
localización exacta de la ciudad perdida queda sin conocerse en la antigüedad,
pero a pesar de este inconveniente, se han encontrado fuentes donde se nombra a
“Tharsis” (Tartessos). Un ejemplo de ello es Estrabón (historiador y
geógrafo griego, 63 a .
C – 24 a .
C):
"Y como el río
tiene dos desembocaduras, se dice también que la ciudad de Tartessos, homónima
del río, estuvo edificada antiguamente en la tierra colocada entre ambas,
siendo esta región Tartessos, habitada ahora por los túrdulos".
En la Edad
Media, se retoma de nuevo la cuestión, en el siglo XVI d. C, los eruditos
especulaban sobre Tartessos, les preocupaba su ubicación, por tanto asumían el
mito como real.
En relación
a las fuentes arqueológicas, en el siglo XX se llevaron a cabo excavaciones. En
los años 60, se descubre el tesoro del Carambolo en un santuario fenicio,
también se excava en Almuñecar, en Huelva, en la isla de Saltes, y más sitios. Conclusión, cualquier yacimiento de Cádiz, Huelva, Sevilla, y alrededores, ofrece
indicios de la ubicación de Tartessos, pero sin conocerse un lugar en concreto.
A partir de este momento, sólo se producirían estudios sobre la cultura de
Tartessos, y con ello el estudio de las fuentes, entre ellas las bíblicas,
griegas y romanas.
En las fuentes bíblicas aparece la palabra “Tharsis”, es posible que esta palabra derive
a Tartessos; "Josafat,
rey de Judá, se alío con el rey de Israel, Ococías, y se asocio con él para
construir naves que fueran a Tharsis, haciéndose las naves en Asiongeber" (Crónicas, XX, 35-36). A lo
largo de estas fuentes bíblicas, también se asocia a Tharsis con minas
metalúrgicas, con el círculo del estrecho, incluso con que es el nombre con que
se designa a occidente en su conjunto. Es casi imposible extraer una idea en
claro de los textos bíblicos.
Las fuentes
griegas insisten en que Tartessos estaba al sur de la península Ibérica. Aunque
en estas fuentes hay diversidad de opiniones, algunas hablan de la ciudad de
Tartessos y otros sobre que Tartessos es un río; esto es posible, ya que el
nombre más antiguo del Guadalquivir es: “Certis”, que deriva a su vez
en; “Kart-Essos”.
Las fuentes
latinas hablan de “Gades”, a la cual citan como gran emporio conocido
anteriormente como Tartessos. En la tradición latina, a Tartessos se le llama “Gadir” (Cádiz).
Para
concluir, expresaré mi opinión sobre el tema, una opinión compartida por
muchos. Apoyándome en la arqueología, llego a la conclusión de que Tartessos
sólo fue un periodo orientalizante. Entorno al año 1000 a . C, en Andalucía se
producía el final del periodo del bronce, y entre el 900-750, fase de lo
proto-orientalizante, es decir, las poblaciones del interior se quejan de las
influencias culturales que vienen desde la costa. Entre los años 700-600 a .C., se observa que la
cultura del suroeste esta altamente orientalizada, son prácticamente colonias asentadas. Mi
opinión va en la siguiente dirección, aportaciones culturales; a esta fase
orientalizante (700-600 a .C.)
se la llama “Tartessos”, a este periodo se refieren las fuentes. En definitiva,
decir que este tema queda expuesto a las diferentes opiniones que se le vayan
aportando, no es un tema recluido únicamente en mi opinión.
Por JESÚS
CAMPOS MÁRQUEZ
Estudiante
de Historia en la Universidad de Sevilla
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